El dolor de cabeza es un sintoma recurrente tras beber alcohol.

Si bien el alcohol es un buen compañero en las reuniones sociales, si se toma con moderación, los efectos dañinos que produce en nuestro cuerpo son evidentes. Por esta razón es bueno saber que cuando bebemos, dañamos considerablemente nuestro cuerpo. El hacerlo, queda a juicio de cada uno.

Efectos en el corazón: Se acelera el pulso y el ritmo cardíaco. Cuando el alcohol llega a la sange, baja el azúcar presente en la circulación, lo que nos hace sentir agotados y débiles.

En los pulmones: El alcohol acelera la respiración. Si el alcohol circulante es demasiado, la detendrá.

En la piel: El consumo de alcohol provoca que aumente nuestro flujo de sangre, y nos haga sudar más.

En el estómago: Una copa de vino durante el almuerzo es buena, ya que aumenta las secreciones ricas en ácidos y mejora la digestión. Pero cuando se bebe en exceso, el etanol que contiene el alcohol nos produce erosiones en la mucosa del estómago. La irritación gástrica y el ardor aumentarán si se mezclan diferentes tipos de bebidas.

En el riñón: Al beber, nuestro riñón elimina más agua de la que ingiere, lo que produce que las membranas que cubren el cerebro pierdan líquido. Este proceso es el responsable de los fuertes dolores de cabeza.

En el cerebro: Si sientes que al tomar alcohol pierdes la concentración y la memoria, no te sorprendas. Tomar en exceso disminuye las funciones de la región frontal.

En el hígado: Los efectos de esta metabolización son náuseas, vómitos y dolor de cabeza.