Conoce las importantes ventajas de esta técnica.

El término Pranayama, en términos simples, se refiere a la respiración consciente; darnos cuenta qué y cómo respiramos. Hoy en día, con el acelerado ritmo de vida, es imprescindible que esta técnica se extienda lo más posible. Respirar profundamente es la mejor medicina para tranquilizarnos y curarnos, algo que funciona para todos.

“Cuando llevas aire a la porción más baja de los pulmones, donde el intercambio de oxígeno es más eficiente, todo cambia. Baja el ritmo cardiaco, disminuye la presión arterial, los músculos se relajan, la ansiedad desaparece y la mente de tranquiliza”, apunta James Gordon, profesor clínico de psiquiatría y escritor.

Todos sabemos respirar, pero no sabemos hacerlo correctamente. Pocas personas occidentales (excepto, quizá, algunos músicos o atletas) se dan cuenta de que su abdomen debe expandirse cuando toman aire. La yoguini Eliza Bishop explica que la respiración de los bebés es Pranayama: respiran con la panza, lenta y profundamente, y con esto regulan la presión de todo su cuerpo.

Con la edad, la mayoría de la gente cambia este tipo de respiración sana por una superficial utilizando el pecho. Esto arruina los pulmones, que se mueven más rápido para asegurar un flujo adecuado de oxígeno, afectando al corazón, ya que se fuerza a incrementar su velocidad para proveer suficiente sangre para transportar oxígeno. El resultado es un círculo vicioso en el que el estrés provoca respiración superficial, que genera estrés adicional.

Además, el Pranayama conduce al control de las emociones, algo que se nos escapa de las manos cada vez con más frecuencia. Al estar tranquilos, bien oxigenados y “en” nuestro cuerpo, podemos controlar las emociones que nos arrebatan la atención y desgastan nuestra energía. La respiración–como la meditación por excelencia- es la mejor herramienta contra la depresión, la fatiga crónica y la ansiedad. Esta técnica es una especie de autohipnosis, en la cual le devolvemos el aire al cuerpo, llevando una mejor calidad de vida.

(Fuente: http://www.faenasphere.com)