Logra un descanso placentero.

Dormir descansa la piel y regenera las células con mayor facilidad, mejorando su aspecto. Es bueno para el corazón, ya que ralentiza el ritmo cardíaco, siendo útil para reparar las células coronarias y los tejidos. Además, libera melatonina y la hormona del crecimiento para llevar a cabo estas tareas.

Al descansar los ojos están regenerando rodopsina, pigmento sensible a la luz, además de eliminar bolsas y ojeras. Mientras dormimos nuestra respiración se vuelve más lenta y profunda, facilitando la oxigenación de las células. Es útil para recuperar la coordinación física, ya que es necesario tener el cerebro correctamente descansado.

Sirve para que el cerebro se desconecte de toda la información que ha procesado durante el día. Además, ayuda a nuestra emotividad, liberando emociones inconscientes que podrán quedar reprimidas.

Otro punto a favor es que adelgaza. Esto se debe porque cuando el cuerpo no tiene el descanso suficiente tiende a acumular grasas y resulta más difícil quemarlas, porque se realiza una mayor producción de hormona ghrelina, que es la hormona que aumenta el apetito. Descansando ayudamos a mantener peso o incluso a perderlo.

Ayuda a controlar la hipertensión, ya que al no descansar lo suficiente estamos en peligro de aumentar la tensión arterial y padecer enfermedades cardiovasculares, por el incremento de cortisol, hormona que causa el estrés. Un buen descanso sirve para controlar la diabetes tipo ii, ya que se elevan los niveles de azúcar en sangre como consecuencia del mismo cortisol.

(Fuente: http://www.salud.com.ar)