Es un hábito que se adquiere y que muchos pierden en el camino.

Leer activa la mente y nutre de conocimientos, pero por distintas razones, no todos comprenden lo que dicen los textos.

En Chile, aún preocupa la escasa comprensión que existe al leer un texto, avalado por varias estadísticas negativas al respecto. En diciembre de 2011, un Estudio de Comportamiento Lector realizado por el Consejo de la Cultura y el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, determinó que el 84% de los chilenos no entiende lo que lee.

Para llegar a estos malos resultados, podemos señalar varios factores que influyen en un poco incentivo por la lectura, o por la desconcentración que provocan.

1.- La tecnología: Los videojuegos, pasar horas en chats de internet y sociabilizar en redes sociales, incluído desde los teléfonos portátiles, hacen que la juventud no recurra a un libro para encontrar entretención o información, salvo cuando se ven obligados por algún trabajo del colegio o universidad. Incluso, si están leyendo un libro, se desconcentran porque están pendientes de la nueva actualización de su smartphone.

Además, los diarios han traspasado su información a las plataformas digitales, haciendo cada vez más específica la lectura de un determinado artículo, sin adquirir el hábito de sentarse a leer el periódico completo, como se hacía antiguamente.

2.- El ritmo de vida: Los horarios de trabajo y el estrés que muchos viven para llegar a sus hogares, hacen que la lectura no sea considerada dentro de sus prinicipales intereses o pasatiempos. Esto, porque llegan cansados y no tienen la suficiente concentración para detenerse a leer un libro, por más atractivo que puedan considerarlo.

Pese a las “dificultades” que el mundo actual presenta para poder tomar un libro y sentarse a disfrutarlo, son más y mejores las ventajas que representa leer:

- La mente está más ágil, ya que se activan las neuronas y mantenemos en funcionamiento nuestro cerebro.

- Se reduce el estrés, sobretodo al leer novelas de ficción.

- Estimula la imaginación, y  mejora la ortografía.

Mejoremos estos índices, concentrémonos al momento de leer y retomemos el hábito de sentarnos en el sillón a disfrutar de un buen libro, aprovechando los beneficios que la lectura le entrega a nuestro bienestar.

(Fuente: www.educared.org, www.radio.udechile.cl, www.medciencia.com, www.salud180.com